sábado, 9 de agosto de 2014

Y gracias.

Podíamos haberlo vuelto a intentar, y haber fracasado otra vez, y no habernos importado nada. Podíamos habernos quedado un poquito más, aunque quisiéramos irnos, mojándonos bajo la lluvia, para ver quién era el primero que mandaba todo a la mierda y abría el paraguas. Pero no volvimos a suceder. Y quizás sea mejor así, aunque los primeros días me quería morir y los de después también, pero ya no tanto. No tanto. Y que el tiempo lo cura todo y que tú eres una herida como otra cualquiera. Ahora lo entiendo todo mucho mejor, cariño. Y he corrido lo más rápido que he podido para venir hasta aquí y decirte que yo... que yo ya no... O que ya. Qué basta. Que eres el hombre más maravilloso del mundo, pero que ese mundo ha detonado y ahora sólo queda humo. Pero he dejado de fumar, ya lo sabes. Así que, aquí me tienes, en el umbral de estas palabras, llamando a la puerta para decirte adiós: abre. O asómate por la ventana, qué más da. Te sonrío y me voy, para que sepas que, sino enamorarme, al menos sé sobrevivir. 

Alexandra Cabello.
Licencia de Creative Commons
Creado a partir de la obra en seensatioon.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://seensatioon.blogspot.com/.

No hay comentarios:

Publicar un comentario