miércoles, 29 de octubre de 2014

Recuerda.

Recuerda,
recuerda el sol en la arena de la playa,
las olas negras de la oscura noche y la blancura de la mañana.
Recuerda tu sonrisa reflejada en sus ojos,
 recuerda aquello que te hace avanzar.

Recuerda el fragor del día a día, las noches de lunas llenas en soledad o compañía.
Enmarcados quedan los recuerdos en personas que perdemos y florecen nuevos en aquellos que llegan. El dolor amanece como un día oscuro y se rompe con la llegada de las primeras luces de la tarde, ilumina gotas de cristal que caen del olvido y atraviesan persianas aclarando habitaciones que hace tiempo enmudecieron de sufrimiento. Alza el vuelo aquella ave que una vez surco el cielo con la gracia de aquel que no teme a nada y se precipitó contra la dura realidad, remonta el vuelo con el recuerdo de que algo nuevo está por llegar.

No es solo hoy que amanece, rememora el pasado viviendo en el presente, rompe esquemas de futuros ocultos que aún están por nacer y decide envejecer sabiendo que la vida es dura pero el dolor de vivir es el gozo del que vive. Las pasiones ocultas quedan entre sabanas de cómplices que gritan a la luna y callan al calor del sol, mas saben que solo es una noche, aunque una noche más está por llegar pues no es solo hoy que anochece ni es solo hoy que se amarán.


El ocaso llega siempre, con su manto oscuro y su cálida luz roja. Rompe las tinieblas que se afanan en salir antes de hora y anuncian el fin de un día y una vida, pero siempre quedará el recuerdo de amaneceres grises, días azules, mediodías de dolor y noches de pasión que solo una vez más decide rememorar. Al final de sus días solo queda el recuerdo y una sonrisa se pinta en sus labios por última vez, eterna en el recuerdo.
Roger Estelrich.
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viernes, 24 de octubre de 2014

Mi secreto.

Es él. No es ni un desconocido ni el cartero ni el vecino. Es el que tiene esos esos ojos verdes, con un lunar debajo del ojo derecho, y esa mirada que me encanta. El que tiene el pelo oscuro y rebelde. Es esa persona tan insegura y preocupada. Esa persona que te escucha y te anima. De esas personas que son capaces de dedicarte un día entero solo a ti. De esas que lo dan todo por alguien sin necesidad de tener que recibir algo.

Él es esa persona que hace que brillen mis ojos de felicidad cada día. Es el que saca la niña pequeña que llevo escondida, el que deja de lado mi parte más sería y saca la más viva. Es el único capaz de sacarme de quicio y, en menos de 0.0001s, conseguir que me ría sin que se dé cuenta. Él es la persona más despistada y desordenada que tengo a mi lado. Él es mi artista, el que de un folio en blanco consigue hacer cosas increíbles.

Él es mi pilar, mi apoyo, el que me hace seguir hacia delante. Él es el que me despierta de mis largos días en la cama. Es el que me hace curiosear las cosas de la vida.

Él es el que me mira con esa mirada tan especial, el que me besa como si fuese la última vez que lo hiciese y el que me llena de "te amo" siempre que puede para que no se me olvide. Es el que llena todas mis noches de amor, y mis mañanas. Es el que con una caricia me lleva hasta el corazón de Venus.

Es a él al que extraño, es a él al que quiero.
Alexandra Cabello

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domingo, 12 de octubre de 2014

Viva el país de los tontos.

Me quedo con su locura y su cordura. Me quedo con su sonrisa, con su mirada, con sus caricias, con sus lágrimas llenas de amor. Me quedo con su tozudez, con su manera de pensar, con su pérdida de papeles. Me quedo con él. Con todo lo que le compone. Me quedo con todo su pasado, su presente y, quiero quedarme, su futuro.  

Me quedo con su país de los tontos, con sus risas, su alegría, su niñez. Me quedo con su cariño, con su manera de mirarme, con su manera de protegerme. Me quedo con lo mejor de la vida. Me quedo con el amor de mi vida.
Alexandra Cabello.
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sábado, 4 de octubre de 2014

Es un paso a la madurez acojonante.

Crecemos ingenuos de aquello que nos proporciona la vida. Crecemos sin control, conociendo a gente, perdiendo a otros. Crecemos buscando nuestra estabilidad, tanto emocional como sentimental. Damos pasos durante el camino para llegar a disfrutar de él y no de su meta. Continuamos siendo fuertes y aún así no basta. No es suficiente para no destrozarnos en algún momento del camino. No es suficiente para decir "Yo puedo con esto y más", pero la vida pasa, ¿no? Y no es cuestión de quedarse estancado en el camino por gente que quiere escapar de él.


Alexandra Cabello.
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