miércoles, 18 de septiembre de 2013

Un toque.

Cuando te conocí no me dijiste que eras de cristal. No me dijiste que eras de ese tipo de cristal que no se puede tocar porque sino se hace pedazos. Pasó el tiempo y seguí sin saberlo, pero por desgracia, un día te toque y me hiciste pedazos tú a mi, desde ese momento no volví a tocar tu piel, para qué, ¿para recibir una respuesta dolorosa? Desde entonces no quise que volvieses a juntar todos los pedazos que tu respuesta hizo romper en mi. 

Me hiciste de cristal cuando yo te volví de hierro.
Alexandra Cabello
Licencia de Creative Commons
Creado a partir de la obra en seensatioon.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://seensatioon.blogspot.com/.

No hay comentarios:

Publicar un comentario