lunes, 14 de mayo de 2012

Camino

Mientras vas siguiendo el camino que has elegido empiezas a escuchar como suena un teléfono. A cinco metros de ti ves una cabina de teléfono. Corres como nunca lo has hecho. No sabes quién es. Deseas oír esa voz. Deseas saber qué es lo que te va a decir. Ya queda menos, la cabina cada vez está más cerca. Llegas a ella y escuchas esa voz tan suave y agradable que te dice "¿Me echabas de menos princesa?" Y ahí tu sonrisa empieza a invadir tu dulce rostro. Te dejas llevar unos minutos por esa voz tan encantadora. De repente la llamada empieza a comunicar, pero esos pocos minutos han hecho que tu corazón empezase a palpitar más fuerte, que tu mirada empezase a buscar esa voz. Sales de la cabina y te das cuenta que esos cinco metros que has recorrido corriendo los has recuperado y que ahora puedes disfrutar del paisaje. Cuando sales de la cabina lo primero que haces es sonreírle al mundo y después dejas sobre el aire el mejor suspiro que puedes sacar de tus pulmones. Decides mirar hacia delante. Te das cuenta de que a cinco metros de ti hay una silueta que te está esperando pero no tienes prisa. Vas paso a paso. No te preocupas porque sabes que va a estar ahí, esperándote. 
-Alx.
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