El corazón se
acelera, la presión arterial aumenta, la piel enrojece y hasta se produce una
inhibición de movimientos del sistema digestivo. Parece lo menos apropiado para
una cita amorosa, pero es lo que sucede cuando alguien se enamora.
Basta una mirada,
una sonrisa, un roce para desencadenar en el cuerpo un proceso incontrolable
como el flechazo, la razón por la que hoy millones de parejas en el mundo
rinden tributo al amor evocando a San Valentín. Este proceso se desarrolla en
el cerebro, bien lejos del corazón, y se produce en menos de un segundo.
"Si estamos
excitados o deprimidos, contentos o amargados, expresamos internamente esas
situaciones con cambios en las concentraciones de determinadas sustancias,
muchas de las cuales se sintetizan o actúan sobre el sistema nervioso. Hoy
sabemos que existe una interconexión impresionante entre todos estos sistemas y
nuestra psiquis"
“En el flechazo se
activan mecanismos como la serotonina y la dopamina, que están asociados con el
placer. Y, al mismo tiempo, se desactivan los mecanismos de defensa que dejan a
la persona «con la guardia baja».”
"Además, se
producen altos niveles de oxitocina y vasopresina, dos hormonas que cumplen un
papel crucial en la consolidación del vínculo amoroso. Existen, también, ciertos
inductores del flechazo asociados con vectores universales, como el atractivo
físico, la fijación de la mirada, la simetría facial y la relación
cintura-cadera, que son captados por nuestros sentidos, especialmente por la
vista."
No son pocos los
que asocian el enamoramiento con "un estado de demencia temporal": la
euforia despertada por la química corporal hace que muchas veces se confunda
amor con locura. Durante el flechazo "hay altos niveles de impulsividad y
pensamiento obsesivo en el ser amado que hace que el enamoramiento se asocie
con un estado de aparente locura".
Esa obsesión
provoca altos niveles de ansiedad, "por eso el enamoramiento es compatible
con ciertas características del trastorno por ansiedad generalizada y ciertas
otras características del trastorno obsesivo-compulsivo"
"Hasta la
gente más brillante pierde la compostura cuando está enamorada, porque se
activan las zonas del cerebro que controlan emociones, como el tálamo, el
hipotálamo y el hipocampo"
Enamorarse trae
asociados síntomas físicos como taquicardia, insomnio y falta de apetito, entre
otros. Por eso es imposible sostener esta situación en el tiempo. Según todo
parece indicar, el estado de embriaguez no dura para siempre, sino que tiene
fecha de vencimiento, lo que no necesariamente supone el fin de la pareja.
"El
enamoramiento se termina a los seis u ocho meses de haberse conocido, ya que el
organismo no puede sostener fisiológicamente ese estado por más tiempo. Pero
las parejas continúan juntas porque surge el amor profundo, que no se basa
solamente en la atracción física, sino en rasgos y características personales
que van más allá. Esto ya no se denomina enamoramiento, sino verdadero amor
basado en la elección adulta"
- Lo que mucha gente llama amor consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. (Fragmento de Rayuela, de Julio Cortázar).
- El amor de los jóvenes en verdad no está en su corazón, sino más bien en sus ojos (William Shakespeare).
- Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso. Honoré de Balzac.
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