lunes, 9 de diciembre de 2013

Miedo.

Mi peor error fue pensar que lo tuve todo siempre. Mi peor error fue creer que los que tenía a mi lado iban a estar conmigo siempre, que todos me iban a seguir entendiendo y que yo los iba a seguir entendiendo. Mi peor error fue pensar que la vida era fácil y que la gente permanecería al lado, cerca o lejos, pero al lado. Mi peor error fue pensar que eran imprescindibles en mi vida.

Ahora, vivo con miedo. Vivo con el miedo de perder a personas maravillosas que forman parte de mi. Vivo con miedo porque no confío en mi misma, porque no sé si las palabras que utilizo son las adecuadas o si mis actos son los correctos, por eso vivo con miedo. No confío en mis decisiones y eso hace que me desespere. Vivo con miedo, con miedo de mostrarme tal y como soy. Con miedo de cagarla en cualquier momento. Por eso, prefiero observar y escuchar lo que mi al rededor quiere contarme.

Miedo... ¡qué idiota! Yo que siempre intento animar a la gente para que se quite el miedo de encima y actúe y, después, soy yo la que no lo pone en práctica, pero ¿acaso no era de esperar? Cómo no va a existir ese miedo en mi si he perdido a gente que me prometió que nunca se iban a ir de mi lado. Y es que, cada vez que escucho 'yo no soy como los demás', 'no me alejaré de ti', 'no te quiero perder'... Un no sequé recorre todo mi cuerpo y mi subconsciente se pone en modo auto defensa. Eso no significa que no me guste escucharlas o que no me las crea, simplemente que me dan miedo. Miedo a que caigan en vacío antes de que me de cuenta.

Temo que mi desconfianza ante mis decisiones afecten a la gente que me rodea y, al final, los acabe perdiendo sin más.
Alexandra Cabello.
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